Entrelazando paisajes

2

horas

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Plaça de Sencelles

DISTANCIA

8’9 km

UNIDAD DIDÁCTICA

Los hábitats

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Entrelazando paisajes

Dentro del término municipal de Sencelles encontramos diferentes hábitats, es decir, diferentes espacios que debido a su ubicación, el tipo de suelo, el microclima o su relación con los humanos, permiten la vida de una determinada vegetación.

A través de un recorrido en el que entrelazaremos paisajes, conoceremos las plantas que habitan estos rincones, una biodiversidad que con el paso del tiempo ha acabado dibujando las vistas de nuestro municipio. Reconocer estas plantas en muchos casos, nos puede ayudar a interpretar las condiciones ambientales o la historia del paisaje.

Bardas

Paseando por los caminos de nuestro municipio fácilmente descubriremos por los márgenes y parajes incultos un conjunto de plantas espinosas que tejen densas bardas. Encontramos arbustos de la familia de las rosáceas como el endrino (Prunus spinosa), el cerezo de pastor (Crataegus monogyna) o la zarzamora (Rubus ulmifolius). El otro tipo de plantas que encontramos su lianas y enredaderas como la zarzaparrilla o zarza morisca (Smilax aspera), la rubia brava (Rubia peregrina), la madreselva mediterránea (Lonicera implexa), la clemátide (Clematis vidalba) o la vidriera (Clematis flammula).

Pinar

El bosque predominante de nuestro entorno es el pinar. Un tipo de bosque formado mayoritariamente por el pino carrasco (Pinus halepensis), uno de los árboles más abundantes de las Islas Baleares, que gracias a su facilidad para adaptarse a cualquier tipo de terreno, ha ido conquistando los espacios que antes ocupaban los encinares.

La intervención humana en el Pla de Mallorca, ha ido transformando el paisaje creando campos de cultivo y pastos que han hecho retroceder los encinares, abriendo paso a los pinares y garrigas que favorecidos por las condiciones ambientales más cálidas y soleadas, han ido ocupando el espacio.

Campos y caminos

Un paseo en plena primavera es una experiencia que estimula todos los sentidos, la riqueza floral presente en los campos y caminos se muestra en gran diversidad de colores y formas. En primavera destacan los colores rosados de las malvas (Malva spp), los amarillos de los amargots (Urospermum dalechampii), los blancos y amarillos de las margaritas (Chrysantemum coronarium), los azules del trébol del mal olor (Bituminaria bituminosa) y los rojos de las amapolas (Papaver rhoeas). Ya llegando al verano, contrastando con el dorado de los campos, destacan las grandes umbelas de la zanahoria silvestre (Daucus carota), las escabiosas (Scabiosa atropurpurea) o las campanillas de la corretjola (Convulvulus arvensis).

Muros y paredes

Si miramos con atención las paredes de los caminos y los muros de los edificios observaremos que estos también son hábitats que, reuniendo una serie de condiciones, pueden refugiar vida.

Esta vida es posible gracias a la turba que se acumula entre la fisura de las rocas. Encontramos plantas crasas como los sedum (Sedum spp.) o los ombligos de Venus (Umbilicus rupestris) sobre las paredes de piedra en seco de nuestros caminos. También podemos encontrar la hierba roquera o morella (Parietaria judaica) o la picardía (Cymbalaria aequitriloba). Ahora bien, las más vistosas son los helechos como el polipodio (Polypodium cambricum) o la falsia (Adiantum capillus-veneres) que habitan lugares sombríos y frescos, como los cuellos de cisterna.

Encinar

El encinar es el bosque más característico de nuestra isla. Se trata de una zona cubierta principalmente por encinas (Quercus ilex), árboles de hoja perenne, que con la densidad de su ramaje crean un microclima fresco, sombrío y húmedo, condiciones que favorecen la acumulación de humus.

El encinares considerado un hábitat climácico en Mallorca. Si los humanos no interfirieran en la natura las plantas se desarrollarían hasta formar este tipo de hábitat que, favorecido por las condiciones ambientales, ocuparía la mayor parte del interior de la isla.

Como especies de sotobosque, encontramos arbustos como el arrayán morisco (Ruscus aculeatus), una planta protegida en nuestras islas, la zarzaparrilla o zarza morisca (Smilax aspera), el lentisco (Pistacia lentiscus), endemismos como el pa porci (Cyclamen balearicum) o setas como las blavas (Russula insignis).

Acebuchal y garriga

El acebuchal es un tipo de hábitat en el que predominan arbustos, como el acebuche (Olea europaea var. sylvestris), un espacio que a menudo se ha visto degradado por los humanos dando lugar a la garriga o chaparral. La vegetación de garriga se forma en zonas con elevada insolación, lugares cálidos y secos, donde predominan principalmente dos árboles: el algarrobo (Ceratonia siliqua) y el acebuche (Olea europaea var. sylvestris). Encontramos especies de sotobosque arbustivas como el aladierno (Rhamnus alaternus), el brezo (Erica multiflora), la estepa blanca (Cistus albidus) o la estepa negra (Cistus monspeliensis). También podemos encontrar varias especies de orquídeas (Ophrys spp.) y la orquídea más grande de las islas, la orquídea gigante o de largas brácteas (Barlia robertiana).

Torrentes y zonas húmedas

Son tres los torrentes que atraviesan el término de Sencelles por dónde, en tiempo de lluvias, pasa la corriente de agua. Estos son el torrente de Solleric, el de Pina o Montuïri y del Almedrà.

La vegetación que encontramos en estos hábitats es muy diferente a la que encontramos al resto de paisaje, puesto que el microclima que se forma a causa de la umbría de los árboles y la humedad, favorece la presencia de plantas características como el fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia), arbustos espinosos como el rosal común (Rosa sempervirens), el junco (Scirpus holoschoemus) o herbáceas como el llantén (Plantago mayor), el poleo (Mentha pulegium) o la cicuta (Conium maculatum). Es habitual encontrar especies exóticas adaptadas en este hábitat como es el caso de la hierba perenne Phyla filiformes o el ricino (Ricinus comunis).